viernes, 27 de agosto de 2010
























































































































La propuesta que he venido desarrollando se basa en recubrir un objeto con pintura, ya sea al óleo ó acrílico, con la intención de reproducir las diferentes superficies que reflejan los mismos objetos, aportando al objeto un aura estética que lo convierte en un objeto único e irrepetible.










































El arte se ha visto obligado a alterar su condición particular de ser unitario y presencial, para convertirse en un ser múltiple y social.






El arte se ha visto obligado a alterar su condición particular de ser unitario y presencial, para convertirse en un ser múltiple y social.



































La representación, la relación obra y objeto a representar y su relación con el espectador está siempre presentes en la obra, hoy en día parecen temas olvidados de una generación que se enfoca en desentrañar los misterios que hacen una obra de arte, ser arte.











































Lo fascinante es contradecir la idea de ubicuidad de los objetos, que se resisten a ser representados, esto es debido a la reputación comercial que poseen las industrias, que se centran en la exportación de imágenes para todo el mundo.


















Las obras expuestas son una reflexión a lo cotidiano de preguntarse, ¿cual es la copia y cual el original? ¿Qué diferencia hay uno del otro? Puede ser que las respuestas no las tengan ni las mismas empresas, ya que son cualidades que no se pueden medir al ser unos iguales a otros miles…, la posible diferencia es la que le da el espectador al insertarlo en su mundo de significados y valores, que son a su ves los significados y valores de otros.